25/2/13

Criaturas de interior

Vengo notando hace días, que me habitan los pulmones unos pájaros de la selva amazónica que cuando cantan, me falta el aire. Por eso digo que cuando me buscan dentro, nadie encuentra lo que esperaba, dentro,...no hay juegos de mariposas que valgan. En mi estómago viven ranas, y en mi lengua guacamayos. Es así. La faringe me la regulan unas boas constrictor que me dilatan el sosiego cuando siento que me ahogo. Además, me recorre la sien todas las noches un ejército de abejas que fabrica en mí, miel de ideas. Cuando se me acumulan los gritos en la garganta, no me preocupa, se lo dejo a los lagartos que me okupan de mandíbula para abajo desde aquel día que me comí todas las palabras. En mi médula espinal se desarrolla con total normalidad un suave e infinito baile de máscaras a cargo de dos elegantes libélulas. Ah, y en la aorta tengo un bicho que todavía no han tasado.
Tengo interiorizado un paraje tropical al que alimento todas las madrugadas con sueños nectaríferos, al ritmo que me marcan los sucesos. Por eso cuando me buscan dentro,
nadie
encuentra
lo que esperaba.

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