23/7/13

Viva la menstruación

Nunca antes mi menstruación me había provocado ninguna reacción emocional fuera de lo normal.
Pensé que a mi nunca me afectaría de esa manera, que mi cerebro es más fuerte que mi vientre y podía controlar mis hormonas al gusto ya que mis fuertes dolores de ovarios apaciguarían todos esos sentimentalismos innecesarios de los que me habían hablado.
Y por primera vez lo experimenté, y lloré mucho, lloré tantísimo que no sabía porque estaba llorando y fue como limpiarme por dentro sin sufrir en absoluto. Lo disfruté como una carcajada, más, mucho más que mil carcajadas.
Y no me dolió. Más bien fue como sentirme dueña de mi misma más que nunca. Sin querer pero entendiendo, entendiéndome de dentro hacia fuera. Hoy deseo ser santiguada por mis atributos con ríos de lágrimas todos los meses, que se quede el dolor y me deleite con una tortura más sana, que me saque a bailar sangrienta y mojada del placer de ser mujer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario